Más de un mes ha transcurrido desde el devastador incendio en el barrio de Campanar, ofreciéndonos ahora la posibilidad de analizar los acontecimientos con una mayor perspectiva.
En un esfuerzo previo por entender este suceso, compartimos un artículo donde recopilábamos las diversas entrevistas realizadas a Carmen Dorta, una voz autorizada en materia de seguridad contra incendios, a través de diferentes programas de televisión, el cual puedes revisar aquí.
En esta nueva entrega, Carmen nos ofrece sus valiosas reflexiones sobre cómo podemos avanzar hacia una prevención más efectiva de incendios en nuestros edificios, profundizando en las lecciones que debemos extraer para garantizar la seguridad de nuestras comunidades.
Incombustibilidad de las Fachadas
Aunque la composición de la fachada puede incluir materiales no inertes, el resultado final debe garantizar la incombustibilidad. Esto es esencial para facilitar las maniobras de salvamento de los bomberos, que a menudo necesitan acercarse a las fachadas sin que estas estén en llamas.
Escaleras protegidas
En caso de incendio, la escalera, al ser una ruta de evacuación principal, debe contar con sistemas de ventilación y control de humos. La rápida falla de la escalera en el incidente convirtió el edificio en una trampa mortal, generando confusión y dificultando la evacuación segura de los residentes.
Cultura de Seguridad
En el debate sobre la seguridad contra incendios, es común centrarse en la implementación de medidas activas como extintores y detectores de humo. Sin duda, su instalación es crucial y en Fuego Diez no solo apoyamos, sino que promovemos activamente su uso. No obstante, subrayamos la importancia de una jerarquía en nuestras estrategias de prevención de incendios donde, antes de cualquier medida física, se priorice la educación y preparación de los ciudadanos. La formación en qué hacer en caso de un siniestro se sitúa en la cúspide de esta jerarquía.
En Fuego Diez, esta no es solo una preocupación, sino un área de acción activa. Actualmente, estamos dedicados a trabajar directamente con las comunidades de vecinos, fomentando una cultura de seguridad mediante la transmisión de conocimientos esenciales sobre evacuación. Este esfuerzo se materializa en la elaboración y distribución de documentos informativos que proporcionan a los residentes las directrices claras y accesibles sobre cómo actuar en situaciones de emergencia.
Nuestro compromiso va más allá de la simple instalación de herramientas de seguridad; nos enfocamos en empoderar a las personas con el conocimiento y las habilidades necesarias para protegerse eficazmente a sí mismas y a sus seres queridos. En Fuego Diez, creemos firmemente que una comunidad informada y preparada es la primera y más importante línea de defensa en la prevención de incendios.
Jerarquía en la Seguridad de los Edificios
Desde 1999, las normativas han establecido una jerarquía clara en cuanto a los requisitos de seguridad para edificaciones, ya sean habitables o no. Esta jerarquía coloca a la seguridad estructural como la prioridad inicial, asegurando que las estructuras no representen un peligro inminente de colapso. Siguiendo en importancia está la seguridad contra incendios, un aspecto crítico que garantiza la protección de las personas ante posibles siniestros. La seguridad medioambiental, aunque esencial, se posiciona después en esta jerarquía, subrayando la necesidad de equilibrar la sostenibilidad con las medidas preventivas contra incendios.
En la actualidad, cuando la economía sostenible y la implementación de materiales o sistemas de energía ecológicos se han convertido en una prioridad, es crucial recordar que no podemos comprometer la seguridad contra incendios en aras de la sostenibilidad. La aparición de incendios relacionados con vehículos de movilidad reducida o paneles solares fotovoltaicos ilustra la importancia de esta precaución. Además, el reciente incidente en un edificio, donde materiales aparentemente seguros contribuyeron a una propagación violenta del fuego, resalta la necesidad de una evaluación meticulosa sobre los materiales empleados y su comportamiento ante el fuego.
Este contexto nos insta a una reflexión profunda: mientras avanzamos hacia objetivos medioambientales, como fachadas ajardinadas entre otros, debemos asegurarnos de no dar pasos atrás en la seguridad contra incendios. La sostenibilidad debe caminar de la mano con la seguridad, sin sacrificar los avances conseguidos en la protección de nuestros ciudadanos frente a los riesgos de incendio. Es imperativo que reconsideremos nuestras prioridades y enfoques para garantizar un futuro donde la sostenibilidad y la seguridad sean complementarias, no contradictorias.